viernes, 23 de octubre de 2009

Editorial

Interesados y curiosos lectores:
Como sabrán, es necesario esclarecer el origen de la peculiar palabra que da nombre a nuestra revista. Y para eso es indispensable recordar y presentarle, si no al mundo, por lo menos a la Cd. de México, la misteriosa historia del Logógrafo, quizá el más oscuro de los laberintos.
El Logógrafo ha estado presente sin hacerse notar desde épocas remotas: el laberinto de Creta se tuvo mucho tiempo como su propio monstruo interno, con brazos y piernas cual mezcolanza entre hombre y animal; los jardines de Babilonia eran temidos por su poder para “atrapar” a los caminantes; la confusión de la misma Babel fue representada por una maraña de pasillos alejándose en direcciones distintas, vigiladas por un ojo supremo. Más
llamativa está la creencia en el Logógrafo como hambriento laberinto de múltiples personalidades que, como manos, llevan al viajero incauto por zonas distintas cada vez.
Sin embargo, según el Catálogo razonado de escaleras y laberintos, un ser lo habitaba: un ente al parecer amorfo cuya existencia espiritual le permitía mezclarse con la materialidad del laberinto. Era incorpóreo pero a veces aparecía en forma de brazos o tentáculos que salían de las paredes. En este caso, el ser, por extensión, habría sido llamado con el nombre mismo del lugar que lo aprisionaba.
De entre los pocos investigadores que se han consagrado al estudio serio del Logógrafo, ninguno como el Dr. Carlos Arturo Manjarrez, filólogo y antropólogo, fundador de esta revista, a quien dedicamos nuestro primer número, esperando que su lamentable fallecimiento sea resuelto junto
con el enigma al que dedicó su vida.

Consejo Editorial

2 comentarios:

  1. Felicidades por la revista, estuve en la presentación que organizaron en la FES Acatlán y me ha agradado. Leía ciertos artículos y a pesar de notar unos tintes algo resentidos con la sociedad no he pasado de largo el esfuerzo que, supongo, han empleado en la creación y edición de dichos textos. No hace mucho tuvimos una experiencia en parecida en filosofía, pero el corrector de estilo falló y terminaron por hace una serie de barbaridades que hasta da vergüenza contar, es una alegre fortuna que todos sean de letras.
    Espero algún día pasar a formar parte de sus colaboradores. Sería bueno tener en el blog los artículos para poder comentarles algunas cosas. Mucha suerte con su trabajo, esperamos atentos el siguiente número y que tengan mil números más.

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  2. ¡Ah! Poquito a poquito iremos subiendo los demás artículos al blog.
    ¡Un abrazo!

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